Diferencias entre psicólogo clínico y psicólogo forense

Entre los diferentes campos de la psicología, existen dos áreas que suelen generar confusión: la psicología clínica y la psicología forense. A pesar de compartir una base común en el conocimiento de los procesos mentales y emocionales, los psicólogos clínicos y forenses desempeñan funciones muy distintas, cada uno con un enfoque específico según el contexto en el que trabajan.

En este artículo, analizamos las principales diferencias entre ambos perfiles, teniendo en cuenta el contexto de aplicación, demanda, objetivo de intervención, secreto profesional y el ámbito de evaluación. 

En este artículo vamos a hablar de:

Contexto de Aplicación

La principal diferencia entre el psicólogo clínico y el psicólogo forense radica en el entorno en el que desempeñan su trabajo.

  • Psicólogo Forense: Su ámbito de actuación se encuentra dentro del contexto jurídico. Trabaja estrechamente con el sistema legal, contribuyendo con evaluaciones psicológicas, utilizadas como pruebas en procesos judiciales civiles, familiares, penales o laborales.
  • Psicólogo Clínico: Su contexto de trabajo es el ámbito clínico, es decir, en hospitales, clínicas, centros de salud mental o consultas privadas. Su objetivo es tratar problemas psicológicos o trastornos mentales que afectan la salud emocional y mental de las personas, pero no interviene en el contexto jurídico.

Demanda

La demanda que se le plantea a cada profesional también es diferente, ya que el motivo por el que se solicita su intervención varía según el contexto

    • Psicólogo Forense: La demanda es pericial, es decir, su intervención está solicitada por un juez, abogado, o alguna de las partes. Su labor es proporcionar una evaluación objetiva de la salud mental del individuo en relación con el proceso legal. Dichas valoraciones pueden ser relativas a la capacidad para tomar decisiones, la responsabilidad penal o la credibilidad de un testimonio.
    • Psicólogo Clínico: En contraste el psicólogo clínico responde a una demanda asistencial. Los pacientes acuden a él buscando ayuda para mejorar su bienestar mental y emocional. El psicólogo clínico evalúa, diagnostica e interviene terapéuticamente en aspectos como la depresión, ansiedad o fobias.

Objetivo de la Intervención

El propósito que tiene la intervención de cada psicólogo también varía considerablemente, dado que sus metas están orientadas hacia diferentes resultados.

  • Psicólogo Forense: Su objetivo principal es identificar las repercusiones jurídicas de la condición psicológica de una persona en un contexto legal. Sus evaluaciones están orientadas a responder preguntas planteadas por el tribunal, como el daño psicológico sufrido.
  • Psicólogo Clínico: Por el contrario, el objetivo del psicólogo clínico es la intervención terapéutica. Busca mejorar el bienestar emocional del paciente, ayudándolo a superar problemas psicológicos, realizar cambios conductuales, mejorar su calidad de vida. En consecuencia, su trabajo se centra en el diagnóstico y tratamiento, con un enfoque a largo plazo en la recuperación y prevención.

Secreto Profesional

El secreto profesional es un aspecto clave en la práctica psicológica, pero su tratamiento difiere notablemente entre ambos tipos de psicólogos.

  • Psicólogo Forense: En el contexto forense, el psicólogo no está obligado a guardar el mismo grado de confidencialidad de la práctica clínica. Su trabajo está destinado a ser utilizado en procedimientos judiciales, por lo que sus conclusiones deben ser comunicadas a las partes implicadas. En este sentido, no existe un secreto profesional absoluto, ya que el informe que emite forma parte del expediente judicial.
  • Psicólogo Clínico: En el ámbito clínico, el psicólogo está regido por un estricto secreto profesional. Todo lo que el paciente comparte en terapia es confidencial y no puede ser revelado sin consentimiento expreso del paciente. No
    obstante, hay excepciones contempladas por la ley, donde haya riesgo de daño
    para el propio paciente o terceros.

Ámbito de Evaluación

Otro aspecto que distingue a estos dos profesionales es el ámbito de evaluación en el que trabajan.

  • Psicólogo Forense: El psicólogo forense realiza una evaluación específica y focalizada en relación con el objeto pericial que se le ha solicitado. Su análisis está dirigido a resolver una cuestión concreta dentro del proceso judicial, como el estado mental del acusado en el momento de cometer un delito o la capacidad de una persona para ejercer sus derechos legales.
  • Psicólogo Clínico: El psicólogo clínico realiza una evaluación más global, abordando todos los aspectos de la vida emocional y mental del paciente. Se interesa por el funcionamiento general del individuo, analizando su historia clínica, emocional, conductual y su entorno social, para diseñar un plan de tratamiento integral que responda a sus necesidades.

A pesar de que los psicólogos clínicos y forenses comparten una formación de base en psicología, sus roles son muy diferentes. El psicólogo forense se centra en el ámbito jurídico y su objetivo es evaluar y emitir informes con implicaciones legales. Por otro lado, el psicólogo clínico trabaja en el contexto asistencial, tratando de mejorar la salud mental de sus pacientes. Cada uno cumple una función crucial en su campo, contribuyendo al bienestar y la justicia desde diferentes enfoques.

 

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